ZURITA NOS HA DEJADO

 

Mientras llevaba a sus enfermos el Pan de VIDA,

dejó su vida en el asfalto.

 

Por Ricardo Zabaleta.

 

 

Viernes 6 de Mayo 12h: golpeado levemente por un autobús urbano, en paso de peatones, Zuri cae y se golpea la cabeza contra el asfalto. No vuelve en sí, pese a los intentos del personal de la ambulancia-UVI. Una vez más, iba a llevar la Comunión a enfermos (de manos de la policía, recibimos allí mismo la cajita con Formas Consagradas y la traje hasta el Sagrario). Tras 45 minutos, lo trasladan al hospital 12 de Octubre. Pronto, el parte médico: "En coma irreversible y sin aparente esperanza".

 

            Sábado 7, 14 horas: fallece. La familia de sangre y la comunidad Trinitaria interpretan que la idea del difunto era donar los órganos y así se decide. S. José de Valderas y Alcorcón se quedan pequeños ante la noticia estremecedora. Convulsión general, tantos teléfonos y resultan insuficientes, es el único tema de conversación. La comunidad de frailes se reúne de urgencia. Sabe que no hay que gastar energías en la extensión de la triste noticia, pues el pueblo llano lo hace de cine. Lo nuestro es procurar preparar todo como Zuri y sus gentes se merecen. Será instalado de cuerpo presente en la iglesia el domingo 8 a partir de las 16:30 interrumpidamente hasta el funeral del lunes a las 16 horas.

 

            El templo parecía encogerse al recibir el cadáver de Zuri entre una salva de aplausos, lágrimas de todos los tonos, muchas ganas de rezar... Durante la primera hora no se movió nadie. Siguió un tiempo de silencio con música sagrada de fondo, el lento fluir de gente entrando y saliendo por distintas puertas (organización perfecta del grupo de Voluntarios, padres del grupo Scout), saber estar de todo el gentío en maravillosa fusión con los trinitarios de esta comunidad. Nadie se quejaba de tener que guardar fila. Por más que se renovaban los fieles, el templo aparecía siempre abarrotado. A partir de las 2 de la mañana hubo unas horas de menor ritmo, la iglesia siempre abierta. A las 9, como todos los días, misa: sin haberlo subrayado nos encontramos con el templo llenísimo participando en la Eucaristía, todos quietos. A continuación volvió el desfile y el rezo más personal, la gente ofreciéndose  para lo que hiciera falta.

 

            Retrocediendo a las 9 de la noche del domingo, el provincial de los Trinitarios España Norte, el Vicario del obispo, el Alcalde de Alcorcón... Habían asistido, atónitos, a la demostración de agradecimiento al párroco Zurita. El Alcalde prometía la colocación de mil sillas en los aledaños del templo, la asistencia de la corporación al funeral y una dotación de la policía desde antes del funeral hasta después del entierro en el cementerio de Alcorcón.

 

            Por iniciativa de jóvenes de la parroquia, a las l0 de la noche del sábado se juntaban en el lugar del accidente más de 600 personas para una ORACIÓN, presidida por el Obispo Auxiliar de la Diócesis, D. Rafael.

 

            Y se acercó... el funeral de cuerpo presente previsto a las 16 horas del lunes, 9. Presidió la Eucaristía el Sr. obispo de Getafe Joaquín María, quien demostró en sus palabras conocimiento de la pastoral desarrollada a lo largo de 32 años por el P. Alfredo Zurita, cercanía con los trinitarios y los parroquianos. Resulta casi imposible enumerar los religiosos/as, sacerdotes de Alcorcón, etc. Parece fiable el número de 110 concelebrantes. Como se suponía, la iglesia con su capilla, coro y pasillos resultó insuficiente, así como las sillas colocadas en la plaza. Menos mal que la plaza es muy grande y dotada de una buena megafonía. Según la policía, habría unas 6.000 personas. Y me pregunto: ¿Y los que saludaron-rezaron-despidieron a Zuri a lo largo de 23 horas ininterrumpidas?

 

            Subida al cementerio: 6 autobuses y cientos de coches, bien escoltados por la policía pudieron llegar en media hora, repitiéndose la escena de una marea humana jamás conocida en el cementerio de Alcorcón... Casi imposible acercarse hasta la tumba, absolutamente taponada por un montón de coronas.

 

            La ciudad está convulsionada; el barrio, apenado pero firme. Ya no se perciben sus voces rasgando el aire desde las 6 de la mañana y montado en su bici, saludando a todo el mundo de forma "acomodada" a cada uno; su andar cojitranco no golpea las aceras; los enfermos le lloran y saben que serán atendidos.

 

            De este impresionante homenaje a Zuri, quiero subrayar algunos matices: la espontaneidad, el enriquecimiento que ha supuesto para la comunidad religiosa trinitaria el palpar lo mucho que el pueblo nos quiere por la labor desarrollada en estos casi 50 años de presencia en S. José de Valderas.

 

            Entre miles y miles de personas de toda edad y condición, me ha sorprendido el incalculable número de jóvenes, adolescentes y niños. Son el futuro del barrio. Han recibido a su manera el impacto en su interior de una vida entregada a los demás: la de Zuri.

 

            Quiero terminar mostrando mi convencimiento de que algunos jóvenes ya están dándole vueltas a que merece la pena seguir a Jesús al estilo Zuri. Amén.

            Descansa en paz, Alfredo Zurita.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Grandón de voz amiga y graciosa, de andares a grandes trancos con sus tirantes y sus sandalias franciscanas se le veía andar, siempre rápido, siempre atento y amable, siempre con prisa por las calles y callejas del barrio, de San José de Valderas en Alcorcón. Sus grandes manos siempre llenas de cosas que hacer, con los niños, con los necesitados, con la gentes del barrio daban esa sensación de plenitud de cornucopia cristiana que son camino más que hecho y son esperanza más que frustración por lo que no se pueda alcanzar a llevar a cabo.Un sacerdote con más de treinta años de labor pastoral pero también asistencial, social, de colaboración de integración de marginados, minorías inmigrantes, de colaboración con parados, drogadictos, en un barrio trabajador crecido en las emigraciones de los años sesenta y setenta y especialmente castigado por la droga durante los años ochenta. Una palabra amiga para todos creyentes o no, cristianos o musulmanes, cercanos o lejanos que le hicieron tan del barrio como cada una de las calles o los castillos, como cada uno de nosotros, como cada actividad o iniciativa de educación, ayuda, amparo, asistencia cristiana que salía del grupo de su iglesia. Muere en acción "Zuri", como era él, activo, en la calle, urgente, necesario, amable, de voz directa castellana, franca y colosal. Desaparece dejándonos esa sensación de abandono y desasosiego que queda cuando alguien importante se va. El barrio continuará con sus problemas y sus soluciones pero no tendremos al padre Zurita, eterno párroco de San Juan de Mata, perenne resolvedor de problemas, pedidor de ayudas para otros, creador de misas donde todos eramos uno y, incluso con humor, nos mostraba un camino de amor y amistad en Dios. Se va el pastor y buscador de un cielo en una tierra tan "terrenal" que era un empleo para un padre de familia, un llegar a fin de mes para algunas familias o un arreglar los papeles de estancia en el país.Su desaparición conmociona al barrio: a los que van más a la iglesia y los que van menos, a los que son más devotos y los que no lo son, porque su figura era superior a esa división pequeña y sin sentido y porque su persona rompía prejuicios y quebraba resistencias dando razón y necesidad a su mensaje de pobreza y de darse a los demás: un argumento impugnable.Que decir más. El diría, como sacerdote, que está junto a su creador y, por lo tanto, contento. Los que tenemos menos nómina de fe vemos como nos hemos quedado un poco más solos, más llenos de nada, más vacíos de esperanza. De esa esperanza que derramaba con su corpachón y sus grandes manotas destinadas a ocupar su días con pequeñas cosas excelentes: las personas, la fe, un Dios cercano y amigo, la confianza y esperanza en el futuro.Felicidades estés donde estés Alfredo Zurita: estarás en un lugar bueno. Descansa tu cuerpote en paz, mantén viva tu incesante acción cristiana, solidaria y amiga y nosotros mantendremos vivo tu legado, tu pensamiento: los demás. Y creeremos en una iglesia que eran tan nosotros, contigo, que eramos nosotros aunque fuéramos de otro lugar, viviéramos otras realidades, sufriéramos o riéramos, y aunque no acudiéramos nunca a la iglesia o solo fuéramos a pedir.Tendremos paz y fe como reflejo de la tuya: Eras la imagen de una iglesia cercana y de un Dios amigo. Esperaremos con fe esa resurrección de la que hablabas donde, si lo merecemos, estaremos rodeados de miles, millones, de personas que serán como tu y la justicia, la solidaridad, el amor por Dios, por los otros colmarán los corazones con sonrisas eternas. Descanse en Paz padre Zurita, a partir del día 7 de Mayo el mundo es un poco peor, probablemente el cielo gane una estrella y el mundo pierde un hombre bueno pero mantiene un modelo cristiano, ético y humano.

Fotografía gracias a: http://www.facebook.com/photo.php?fbid=2017572607738&set=o.335555313267&type=1&theater.

Grupo de fotos del padre Zurita con grupos del barrio: http://www.facebook.com/photo.php?fbid=2017572607738&set=o.335555313267&type=1&theater.

PD: Descanse en paz Padre Zurita quien cristianó a los dos seres humanos que más quiero del mundo y el que estaba destinado a darles la comunión, no será así pero otro sacerdote diferente, pero parecido, tomará el relevo. Despierte el alma dormida, avive el seso e despierte. A fin de cuenta sino pensamos y vivimos para que queremos estar. Los pensamientos de hoy son recuerdos del mañana que tenemos hoy.Fallece el padre Zurita párroco de San Juan de Mata en Alcorcón